Este fin de semana, en el que la actividad deportiva
ha sido menor por la Semana Blanca y el parón en las ligas de la Asociación
Malagueña de Futbol Sala, quiero compartir con todos vosotros dos gestos que me
han emocionado, ambos protagonizados por chavales que forman parte de nuestro
club, de nuestra escuela, de nuestra familia deportiva.
El primero, Carlos, de nuestro equipo
cadete. Esta mañana han jugado las semifinales del play off que da acceso al
campeonato de Andalucía contra Torremolinos. Hemos perdido cinco a tres contra
un auténtico equipazo, confeccionado expresamente para ser campeón de Málaga y
Andalucía, que ha ganado todos los partidos de Liga y que tiene cuatro chavales
en la selección andaluza. Nuestro equipo cadete ha jugado un partidazo y la
deportividad de ambos equipos ha sido exquisita. Su entrenador, Samuel, ha
entrado en nuestra caseta al final del partido para felicitarnos. Pues bien, al
acabar el partido, Carlos cuelga en twitter “orgulloso de pertenecer a este
club”. Gracias Carlos, orgullosos estamos nosotros de tener en el club chavales
como tú; orgullosos estamos nosotros de todos y cada uno de los chavales que
forman parte de la escuela. No sabes lo que significa para los que trabajamos
día a día en este proyecto que te sientas orgulloso de ser parte del mismo y
que lo expreses públicamente. Eres grande Carlos.
El segundo, Rubén, de nuestro equipo
infantil. Mañana juegan un partido aplazado con Gamarra y lleva todo el fin de
semana preocupado por la lluvia, habiendo movilizado a todos sus compañeros
para ir una hora antes al colegio y secar los charcos. Rubén es el eterno
capitán de este equipo, dentro y fuera de la pista. Tiene todos los valores
humanos necesarios para ser un gran capitán y una gran persona. Ayer por la
noche vimos una película en familia, “Los juegos de Ender”, en la que un chaval
de su edad es elegido para salvar a la tierra por sus cualidades, que lo hacían
especial. Rubén es especial y creo que es el elegido de la película, que estará
muchos años con nosotros, como jugador, como monitor y probablemente como
presidente de este club. Gracias Rubén y gracias a tus padres.
Estos dos gestos, junto a otros
muchos, hacen que un club tan humilde como el nuestro, sea grande.
Luis
Artola Santos